sábado, 7 de septiembre de 2019

La misma Agenda de Género arcaica y poco novedosa: Informe de Gobierno de Teresa Jiménez


Cuando Teresa Jiménez llegó a la Alcaldía de Aguascalientes, hace tres años, escribí un texto sobre las dificultades que tiene una mujer de llegar a puestos de poder. Señalé que todos los de su alrededor serían capaces de corregir, señalar, juzgar lo que esta mujer haría sólo por el simple hecho de ser mujer. Los menosprecios a su opinión, la poca atención a su quehacer pero todos los ojos a su figura, los chistes machistas que tendría que soportar, tal vez, con una sonrisa para no provocar un conflicto, ojalá no.
Este viernes, Teresa Jiménez entregó su Tercer Informe de Gobierno como presidente municipal del periodo 2017-2019. Este sería su último informe si no hubiera optado por la reelección. “Lo mejor está por venir”, fue el lema que se vio en las pantallas del evento, lo que implica, en un análisis muy escueto, que ya existió algo, algo ya pasó, lo que sea, pero el futuro será mejor.
Es de mi particular interés la agenda de género, y por eso mismo es que hago énfasis en todas las posiciones en que Teresa Jiménez se encuentra al respecto, como mujer y como funcionaria pública, porque no sabrá lo que es ser una mujer en una comunidad indígena, pero su cuerpo, su estar en el mundo y su feminidad han pasado por similares condiciones que el grueso de las mujeres mexicanas, el sistema no perdona a la condición femenina (aunque sí respeta en algo los privilegios). 
Todo esto recordé en el evento del Palacio Municipal, atiborrado de personajes y personajas, de políticos y políticas, de hombres y mujeres, de jóvenes y jóvenas, de policías y policías cuando al inicio del evento, la comprobación de las violencias machistas contra la alcaldesa llegó a uno de los grupos de Whatsapp en el que estoy: a un hombre se le ocurrió que era una muy buena idea hacer un chiste sobre la alcaldesa que con un “perdón, un chascarrillo”, “es una broma, lo siento”, trató de banalizar, disculpas poquiteras y machistas por ser condescendientes y perdonavidas al reclamo.
Los regidores que contestaron el informe de Teresa Jiménez, Marly Fabiola Carranza Ávila y Óscar Salvador Estrada Escobedo, también hicieron gala de su lenguaje incluyente, que no sirve de mucho si observamos los logros de esta administración.
Hay que decir que si Teresa Jiménez llegó a la presidencia municipal mucho tiene que ver con estos tiempos, donde el feminismo ha luchado por los derechos de las mujeres en todos los estratos para sacarnos de esa invisibilidad en la cual la historia nos ha tenido; una de estas luchas es la Paridad de Género, las cuotas que, como acciones afirmativas, harán que las mujeres ocupemos altos puestos públicos, de poder, de toma de decisiones, que estemos ahí en representación de todas esas mujeres que aún no han podido llegar.
No es así. Los intereses partidistas y la política pesan más que la agenda de género, pues la aplicación efectiva y de primera mano con la ciudadanía es un compromiso que aún no se ha cumplido. Es un error creer que la agenda de género es solamente en beneficio de las mujeres, el empoderamiento femenino no se reduce a que seamos la mitad de la población en cualquier lado del mundo, sino a que la estructura social se modifique también en derechos humanos, educación, salud y más, lo que significa un logro para toda la sociedad, así de importante es. En el ámbito local, las mujeres siguen rezagadas y dedicadas a las labores prototípicas de su género, sin que el municipio, es decir, el gobierno que más cercano debe estar a la gente, se interese por un cambio “sustantivo”.
“Hoy en Aguascalientes podemos decir que vivimos mejor, que las niñas y los niños tienen espacios más seguros y modernos para su sano esparcimiento (...), que las mujeres son apoyadas con todo el peso de su Gobierno Municipal…”, se lee en un fragmento de la presentación del informe de María Teresa Jiménez, un discurso muy bonito sobre estrategias para reconocer desigualdades entre mujeres y hombres, y que “se implementaron acciones contra las barreras de género”. El mismo discurso del año pasado, y antepasado. Programas de igualdad y no discriminación; talleres para trabajadores del municipio; certificaciones en no discriminación en las dependencias; reuniones y más reuniones y dinero y más presupuesto, mientras los informes y estadísticas sobre violencia señalan el incremento en la violencia en los hogares y en las calles contra las mujeres en el municipio de Aguascalientes.
Más allá de la cifras, me interesa señalar que es en los municipios donde las estrategias en la materia tendrían más éxito de ser implementadas. Un ejemplo muy claro es el impulso que señala el informe con la Red Municipal de Lactario, por ejemplo, se queda en intento cuando son las mujeres las que tienen que partirse en dos entre el trabajo y el lactario y la casa y el hijo, sin estrategias para que los padres puedan hacerse cargo también (sí, existe un recipiente llamado biberón). La reorganización social desde el municipio es fundamental, junto con el trabajo que tiene obligado como proveedor de servicios públicos de calidad, que se suman a políticas de descentralización, por su ventaja principal en este orden de gobierno: la proximidad social. 
En estos tres años he visto miles de fotos de Teresa Jiménez dando la mano y repartiendo abrazos a mujeres de todas las edades, parece estar tan cerca de ellas, viendo sus carencias, en su informe refuerza esta imagen y presenta las acciones a favor de ellas, pero son cursos, talleres que continúan precarizando y estereotipando su condición femenina con actividades como el bordado, corte y confección, cocina, esteticismo, talleres gratuitos o préstamos mipymes a estos mismos oficios, que no plantean la visión que yo esperaría encontrar en una alcaldesa joven, con ideas novedosas, pues son las mismas políticas tradicionales, antiguas que no responden a una reconfiguración del pensamiento entre gobierno local y sociedad, pues están orientadas a acciones electoreras. Una política pública local con enfoque de género se ceñiría a las necesidades específicas de espacios vecinales, los barrios, las colonias y comunidades, esas que Teresa Jiménez ha recorrido al inaugurar pavimentos, visitar tianguis, repartir volantes, promover su candidatura o su reelección y que estoy segura ha de conocer tan bien. 
“A las acciones implementadas por el IMMA (Instituto Municipal de la Mujer de Aguascalientes) para abatir la violencia contra la mujer, se implementó el Botón de Auxilio de Mujeres Seguras”, que, asegura el texto, hará una intervención más eficaz en situaciones de violencia. Lo malo es que todas las mujeres necesitan un celular. Y después, no saben que existe esta herramienta. En seguridad no podemos darnos el lujo de implementar acciones para unas sí y para otras no, no si no hay democratización de la información en todos los espacios, si no suena en la radio ni en la televisión, si no se esparce este saber como volante político, no podemos plantear ésta como la única política en materia de seguridad para las mujeres en el municipio capital; no se ha hablado del uso que se hace de las cientos de cámaras que se han colocado para videovigilancia, por ejemplo. Porque ejemplos hay muchos en donde no está la seguridad en las calles de la capital.
Así podría analizar todo el informe, en este tema, no deja de usar términos como “perspectiva de género”, “acciones afirmativas”, “equidad”, “igualdad”, “mujeres”, “oportunidades”, pero que son usados desde el asistencialismo y el paternalismo. No tiene caso. Eso sí, está lleno también de un lenguaje incluyente institucionalizado que adormece a muchas y a muchos en sus acciones y reclamos, con la creencia de que por fin llegó el empoderamiento femenino al municipio. Antiguo, arcaico, básico, sin novedad alguna, así defino yo la política en materia de género de la administración de Teresa Jiménez. 
Cuando Teresa Jiménez llegó a la Alcaldía de Aguascalientes, hace tres años, señalé las trabas que podría tener por ser una mujer con poder, creyendo que esto la obligaría a tenderle la mano y las políticas públicas a las mujeres de la capital. Me equivoqué. Pero ahí viene su segundo periodo de gobierno, en los que, promete su slogan, “lo mejor está por venir”. Lo dudo.

@negramagallanes